Capítulo 8: El mejor regalo de cumpleaños

-Joder... que emoción- dijo Valle con alguna lagrimilla en las mejillas.

-Ya ves, os amo taaaanto- Sofi lo dijo con una hermosa sonrisa.

-Y-o-o, emm y-o-o- No podía ni armar una palabra con lo emocionada que estaba en esos momentos.

-Ohh, ¡mi foquita retrasada! no llores más- al decir éso, Moni me aplastaba la boca y forzaba a que hiciera morritos como se le hacen a los niños pequeños- ¿Quieres un abrazo?

-¡No hace falta ni pedirlo!- Le abracé muy fuerte y al separarme de ella sonreí como nunca.

-Ésto no tiene que estar aquí- dijo Nerea a Sofi mientras le secaba una lágrima- Y ya está, así te ves más guapa.

-Jajajajaja, que mona- dijo Sofi sonriendo.

-Bueno, por fin conozco a mis hijas- Laura lo dijo con un brillo en sus ojos, brillo por que seguramente estaría feliz.

Todas reímos y Esmeralda empezó a ladrar como loca por que nadie le hacía caso.

-Hostia, si es Esmeralda- Valle parecía sorprendida, seguro que no se dio ni cuenta de que ella estaba allí.

-Uy, no me jodas- dijo Nerea con ironía.

-Pues si, te jodo- yo comencé a reirme mientras Esmeralda estaba con la lengua fuera del calor.

-¿Quiere cogerla alguien?- pregunté-.

-¡¡¡YOOOOOOOOOOOOOO!!!- Dijo Ninja Carrot mientras venía hacia mí-.

-Toma- le entregué a Esme-.

-Aww pero que cosita más mona, a que si, ¿a qué eres mona? ¿quién es la perrita más bonita del planeta? Túúú, si tú- parecía que a Moni le gustaba Esme. Mi perra comenzó a lamerle la cara porque ella es muy cariñosa-.

-Jajajaja, que bonita ella. Nos va a divertir mucho- Dijo Mommy con una mano sobre la frente porque hacía mucho calor.

-Oye, ¿Podemos entrar en el Starbucks?- todas estábamos pasando calor así que la idea de Sofi nos gustó.

-¿Pero como entramos con Esmeralda? No nos dejaran entrar...- Dijo Nerea convencida de que ya no podríamos pasar.

-Jajajaja bitches, please, soy Alexandra, siempre o casi siempre se que hacer- cogí a Esme del suelo y le metí en el bolso que había viajado en el autobús-.

-Alaaa, que loca- dijo Mommy-.

-Pues así ha venido ella de Almazora para acá. Si no fuera por mi infitnita sabiduría, no estaría aquí en estos momentos- Lo dije con ironía, no soy sabia, lo sé xD

Todas rieron y poco a poco fueron cogiendo sus maletas como podían. Yo iba de las últimas con Sofi y de repente se le cae el bolso de mano, donde dentro estaban algunos papeles. No alcancé a ver que eran por que un chico con gabardina, gafas y gorra se acercó a ayudarle. Él estaba pasando por ahí y se paró a ayudar, le entregó los papeles y se fue rápidamente. Sofi le dedicó una sonrisa a aquel muchacho y vino a mi lado. Le pregunte que si era guapo y me dijo que no lo sabía porque no se le veía nada.

Yo me quedé pensando porque carajo iba con tanta ropa con el calor que hacía, dentro estaría cociendose. Bueno, dejemoslo estar...

Entramos y compramos batidos y muffins. Yo nunca había entrado allí, así que cuando probé la comida... ¡estaba riquísima! Pero solo comí una porque no quiero que me salga tripita jajaja.

Después de eso, nos dirigimos para el hotel que Nere había reservado. Al llegar, tuve que dejar a Esme abajo, donde cuidan de los animales. Me dio mucha pena porque siempre duermo con ella y es la primera vez que no, pero seguramente la trataran bien, si no, yo misma me encargo de ellos. Subimos hasta la planta 10, donde Nere había reservado 2 habitaciones con 3 camas cada una. Decidimos a boleo que en una dormirían Nere, Sofía y Valle y en la otra Moni, Laura y yo. Dejamos las maletas y descansamos cada una en su cama porque estábamos cansadísimas. Aunque se suponía que en cada habitación dormiríamos 3, las otras 3 mosqueteras vinieron hacia nuestra habitación y se acomodaron con nosotras. En cada cama 2, durmiendo como familia.

Nos echamos una siesta de unas 2 horas y eran las 5 cuando me desperté. Al abrir los ojos, todas se encontraban a mi alrededor observándome y noté en ellas que estaban tramando algo.

-¡Feliz cumple Alex!- dijeron al unísono-.

-Emm-m ¿qué..? ¿qué pasó..?- dije con voz de dormida-. Ah, gracias mis amores -sonriendo con los ojos entreabiertos-.

-Laura, ¡va! entrégale ya el regalo- decía Valle con desesperación-.

-¡Rápido!, que me pongo nerviosa- dijo Nere-.

-Felicidades Alex, te queremos- dijo Mommy con mucha dulzura mientras de detrás sacaba una cajita azul con un lazo rosa-.

Cogí esa cajita y me dispuse a abrirla. Mientras yo quitaba aquel lacito lentamente, mis amigas miraban atentas a la caja y a mí con los ojos como platos. Al abrirlo me llevé una sorpresa...

*chillido monumental*

-JODER, LA RE**** DE SU MADRE, ME C*** EN TODO, CÓMO M**** CONSEGUISTEIS ESTO?- wiiii, lo dije muy emocionada, y me gusta decir tacos :3- Son entradas para One Direction.. ¡¡¡ONE DIRECTION!!!

-Te dije que mis tíos tenían dinero, son los mismos que nos van  alquilar el apartamento en Londres- dijo Mommy entusiasmada- Ah, y el concierto es en Londres, el 15 de abril.

-¿Para dentro de 4 días?

-Sep- dijo Moni sonriendo mientras le salían unos hermosos hoyuelos.

-Pues Mommy...- dejé que pasaran unos segundos de suspense para dar más emoción- te violo!- me tiré encima de ella.

-¡NO! ¡ALEXAN...!- no le dio tiempo de acabar porque le tiré al suelo y le abracé. 

Yo comencé  reírme como foca retrasada y poco a poco mi risa se la contagié a todas. Me sentía muy feliz de poder estar con ellas y oír nuestras voces y reír juntas, es una sensación única.

Un rato después, a Valle le vino la idea a la cabeza de irnos a una discoteca por mi cumpleaños.

-A ponerse bien guapas eh, sersuales y y y... bueno, con eso basta JAJAJA- dijo así de repente Moni-.

-Moni, te quiero- dije yo y me dirigí al baño de nuestra habitación para maquillarme.

Fuimos a una que se llama Ego, en una buena zona de Madrid. En esta discoteca solían poner música pop y rock y acudían muchos jóvenes.

Un poco como que tuvimos que colarnos porque Moni y Sofí aún no habían cumplido los 18. Lo conseguimos aereosas porque aparentaban ser mayores de edad así que la noche siguió. Me gustaba mucho ese local, con luces azules y buena música. Es una de las más caras y con mejor reputación de Madrid, y eso no era todo, aún me esperaban regalos inesperados...